Las Tunas.- Edi Espinosa Tamayo mira su cuaderno Noche de pocas estrellas, y apenas lo cree. Dentro de él bulle una serie de emociones. Habría que ponerse en su piel para saber lo que siente un autor cuando es publicado por primera vez. Sí, es cierto que no tiene ISBN, pero es su obra y ya ha podido leer textos de allí en algún que otro lugar, a sabiendas de que lo hace desde un soporte digno.
Se trata de la colección El Guijarro, nacida en diciembre del 2024 bajo la égida del taller literario El Cucalambé. La iniciativa realiza cuadernos promocionales a miembros de esta cofradía, próxima a cumplir su aniversario 52. De manera altruista, han apoyado la idea (especialmente desde la edición) escritores como Yeinier Aguilera, Raúl Leyva, Argel Fernández y Sandro Leyva.
Ya son cinco los títulos emanados de este sueño, de igual cantidad de autores y tanto de poesía como narrativa. La intención es ampliar el diapasón, según asegura Yury García Fatela, escritor, promotor cultural, docente y líder del proyecto. "Ya habíamos realizado plegables, aparecimos en un Solo de Poesía, a cargo del proyecto Cultura y Tuneridad, y en algún que otro sitio. Pero, conscientes de la madurez que han alcanzado las creaciones de los protagonistas, fuimos más allá.
"Además, somos rigurosos con la selección y cumplimos con la estructura y otros requerimientos técnicos de un libro. Para ello conformamos un equipo, destacando -por ejemplo- el intelectual Carlos Tamayo, con valiosos consejos, y Roger Gómez Ocano, miembro del taller, en el montaje y la edición. En cuanto a la imagen de cubierta, siempre priorizamos las obras de autores locales".
PÁGINAS ADENTRO
Edi Alejandro Espinosa, Rogert Gómez Ocano, Manuel Ortiz de la Rosa, Odalys Pérez Céspedes y Ernesto Alejandro Jorge, han sido publicados hasta la fecha en la colección de cuadernos promocionales El Guijarro, mientras se cocinan otras propuestas. "Soy uno de esos afortunados que llegó un día al taller literario El Cucalambé solamente con una idea y la esperanza de poder transmitir lo que llevo dentro a través de la palabra", comentó Edi, quien se acerca al realismo fantástico.
Isabelle Gómez Bermúdez, por su parte, espera por la salida de un volumen suyo de haikus. Aunque es de pocas palabras, resumió el espíritu circundante: "Me siento muy agradecida de formar parte de esta gran familia literaria". Su padre, Rogert Gómez Ocano, también integra el colectivo. "Llegué aquí hace dos años. Enseguida me llamó la atención el esfuerzo de Yury por promover la literatura y reunir a talentos. Yo, que provengo de la docencia, he adquirido otros saberes", afirmó él.
DERROTEROS
La última palabra, peña de crítica e investigación de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el territorio, acogió esta semana la presentación de los cinco títulos de El Guijarro, cuyo nombre se inspira en un poema de Dulce María Loynaz. Anteriormente, en peñas del café literario Plaza de Almas (que también lidera Yury), los autores han compartido sus textos y en la pasada Feria del Libro y la Literatura en Camagüey se presentaron, con buena acogida.
Asimismo, "aunque la tirada es limitada, pues imprimimos 30 ejemplares, nos preocupamos por que determinadas entidades públicas tengan estos cuadernos, dígase la biblioteca provincial José Martí, el Centro Provincial del Libro y la Literatura (que ha apoyado este sueño), la casa de cultura Tomasa Varona… Y cada autor en particular imprime otros si lo desea y contribuye a la promoción", agrega Fatela.
Ana Margarita Arada Clavería, presidenta de la AHS aquí y anfitriona de La última palabra resumió la valía de la iniciativa cuando dijo: "A veces, el proceso desde que alguien empieza a escribir hasta que tiene su primer libro es muy largo. Por eso, es importante que existan proyectos como este. A lo mejor en 20 años, cuando el autor tenga cinco, 10 o 15 publicaciones, se ve a sí mismo en el debut, esa parte esencial de lo que fue el comienzo de su camino".
